
Cada año en Chile hay entre 40 a 45 mil embarazos adolescentes y 70 mil abortos, de los cuales un tercio es provocado. Debido a estas cifras alarmantes el ministerio de salud ha adoptado medidas como la difusión de la pastilla del día después, en los consultorios de todo el país. Esta decisión no ha estado exenta de controversias, ya que diversas son las posturas frente al tema, que han dejado al gobierno, la oposición, la iglesia y la opinión publica sumidos en un intenso debate. El eje del debate, se produce al determinar cuando se produce una verdadera vida humana. En 1972 el Comité de Terminología del Colegio Americano de Obstetricia y Ginecología definió el embarazo como el estado de la mujer desde la confirmación de la implantación y hasta el final de la gestación, por lo tanto el embarazo como tal, comenzaría a partir del sexto día luego de la fecundación, cuando el embrión se implanta en el útero. Quienes protegen al uso de la píldora argumentan, por lo tanto que antes de los seis días no existiría vida y por lo tanto no se estaría ejerciendo ninguna practica abortiva. Sin embargo hay quienes arguyen que la vida comienza desde el momento de la fecundación, por lo tanto se estaría atentando contra una vida.
En el año 2005, El ministro de salud Pedro García informó acerca de la idea de crear una normativa única que permitiera entregar píldora del día después a todas las mujeres que la solicitaran en forma gratuita, no sólo en los consultorios, sino que también en las postas y fuese vendida en farmacias sin receta médica, información que fue malinterpretada y generó un intenso desencuentro comunicacional entre el ministro y el subsecretario de la cartera, Antonio Infante, quien enunció que estaba lista la normativa para entregar el medicamento.
El ministro aseguró por su parte que: “No existe a la fecha resolución alguna que innove sobre el tema, por lo que la política de acceso al fármaco en el sector público se mantiene íntegramente vigente. Como toda materia de salud pública, el tema se encuentra en permanente estudio técnico por parte de esta cartera de Estado”. Agregó que “los esfuerzos del Ministerio de Salud están focalizados en educar y fomentar en la población el uso de los métodos de planificación familiar y anticoncepción establecidos por el Ministerio, y que pueden ser utilizados de forma regular, dada su eficacia y eficiencia científicamente demostrada”.
Claramente no todos piensan como el gobierno, como siempre se formó una discusión frente a estos planteamientos, sin embargo este siguió promoviendo iniciativas que regulen el problema del embarazo no deseado, por lo que al año siguiente el plantearon la iniciativa de distribuir la pastilla a mujeres mayores de 14 años sin el consentimiento de los padres. Lo que por su puesto hizo crecer el debate dentro de la opinión pública y por su lógicamente dentro de la oposición al gobierno. A fines del 2006 por lo tanto, el diputado José Antonio Kast (UDI) Junto al abogado Jorge Reyes presentó un requerimiento ante el Tribunal Constitucional que decidió que en Chile ninguna mujer mayor de 14 años que solicite la píldora en un consultorio podrá obtenerla.
Por su parte el gobierno corrigió el asunto con un nuevo decreto, es verdad, la píldora no se podía entregar sin el consentimiento de los padres, sin embargo esto no indica que las demás mujeres no puedan conseguirla, lo que llevó a los detractores de la medida a buscar un pronunciamiento sobre el fondo del asunto. La presentación buscaba que el tribunal se pronunciara acerca de, si la entrega de este anticonceptivo de emergencia implicaba una vulneración del derecho a la vida, establecido en la Constitución, sobre la base de que tendría un efecto abortivo. Finalmente el tribunal constitucional declaró inadmisible contra la llamada píldora del día después.
La medida provocó un nuevo recurso, presentado por el alcalde de La Florida, Pablo Zalaquett, ante la Corte de Apelaciones de Santiago, que sobre la base de fallos anteriores lo declaró inadmisible.
Desde que se autorizó la entrega gratuita de la píldora del día después, primero a mujeres violadas y después a cualquiera que la solicite en los establecimientos del Sistema Público de Salud, la derecha ha recurrido con frecuencia a los tribunales para tratar de proscribirla, sin resultados.
Actualmente el debate continua evidencia de esto es lo ocurrido el 3 de abril del 2008 por medio de la prensa se informó que el Tribunal Constitucional (TC) prohibió la distribución en el sistema público de la “Pastilla del día después”.
Según el fallo se pretende además prohibir también otros métodos anticonceptivos, como por ejemplo la T de cobre y otros de los anticonceptivos tradicionales. Con esta nueva decisión se esta olvidando la iniciativa de la salud pública del ejecutivo, confirmada por la corte de Apelaciones y sancionada positivamente por la Corte Suprema.
Este más de ser un problema de salud se ha tornado un problema jurídico en donde los Órganos del Estados, gracias a sus facultades, pueden lesionar la libertad, la igualdad, de todas las chilenas, a utilizar el método anticonceptivo que ellas estimen conveniente, argumentando solamente por convicciones religiosas. Este problema jurídico es bastante grave, debido que el poder acceder libremente a información sobre métodos de regulación de fertilidad, tiene relación directamente con los derechos esenciales del ser humano.
El tema central de la pastilla es si es o no abortiva, y se han puesto en peligro todos los métodos anticonceptivos que están presente hace 40 años en nuestro país.
Según Horacio Croxatto, presidente del Instituto Chileno de Medicina Reproductiva, quien lleva 50 años investigando la reproducción y la fertilidad, siendo una eminencia mundial en anticonceptivos, pese a no manifestarse a favor de la píldora no logra demostrar su carácter no abortivo.
Horacio argumenta lo que sucede después de tomar la píldora anticonceptiva de emergencia, dice que cuando una mujer toma la píldora anticonceptiva dentro de las 72 horas después de un coito, posiblemente impida la ovulación (si esta aún no ha ocurrido), interfiere con la migración de nuevos grupos de espermatozoides desde el cuello uterino hasta la Trompa de Falopio, así impide la fecundación, pero si ya ha ocurrió la fecundación y la mujer toma la pastilla existe un 50% de probabilidades que quede embarazada y el otro 50% el cigoto (etapa principal del embarazo) se pierde espontáneamente.
El otro extremo de esta pugna es la posición de los más conservadores, apoyados por la iglesia, quienes defienden el derecho a la vida, denominando a la pastilla del día después como un aborto fácil y sin riesgos.
El aborto es la interrupción del embarazo, y se a ha creído que el embarazo comienza con la implantación del embrión en el útero, pero no es así, porque antes de esta anidación esta la fecundación, en donde se forma el cigoto. Esta es la primera etapa del embarazo, y que tal como se expuso anteriormente, esta pastilla puede provocar el aborto espontáneo del cigoto, eliminando sin compasión una vida.
Las predicciones de lo que ocurrirá con esta píldora son inciertas, debido a que estamos insertos en una sociedad conservadora, donde aún el papel de la iglesia y la oposición tienen gran incidencia en las desiciones que se tomen en nuestra sociedad, olvidándose totalmente de los sectores más vulnerables. Por lo que el debate y las futuras desiciones tendrán para “largo” dentro de la sociedad chilena actual.
Por otra parte si la píldora desapareciera del comercio induciría, a que aumentaran la cantidad de abortos, que sabemos existen de manera clandestina. Por su parte aumentarían también problemas como la tasa de abandono infantil y el aumento de niños no deseados dentro de las familias chilenas.